Interés general

No hay un día “D” para Mar del Plata

por José Luis Zerillo

Hace unos meses a esta parte, Mar del Plata se ha visto azorada por grupos que reivindicándose en distintas posiciones ideológicas como el nacional socialismo, el fascismo y el nacionalismo, pretenden imponer una cultura del odio y una práctica de higiene social, a través de la violencia física, la amenaza y la persecución.

Los primeros grupos perseguidos fueron algunas tribus urbanas, a las cuales se las esperaba a la salida de eventos artísticos o musicales, y eran violentamente golpeadas con manoplas de hierro y palos. Contemporáneamente a ello, la reivindicación del terrorismo de estado, el negacionismo del genocidio argentino durante la dictadura y la reivindicación de un integrante de los grupos de tareas de la ESMA, que fuera el primer militar muerto en el desembarco en la Guerra de Malvinas, sacó del anonimato a sus integrantes y los lanzó a la esfera pública de la ciudad.

El punto de inflexión a este accionar, fue sin dudas el incendio al portón y escrache del paredón del Centro de Residentes Boliviano de Mar del Plata, que fuera públicamente reivindicado por sus autores, situación que despertara las primeras voces de alarma social.

Lo ocurrido los últimos meses supera la ficción.

Un joven en situación de calle al que le tajean la mano con una navaja para dibujarle la cruz esvástica, personas del colectivo trans perseguidas por las calles, golpeadas con palos y tajeadas con vidrios en sus piernas, amenazas de muerte a dirigentes sociales, golpes a jóvenes de grupos punk con caños de pvc rellenos con cemento, pintadas de cruces esvásticas y escraches a monumentos de memoria, verdad y justicia por doquier.

Uno de los últimos hechos y que recorriera el país, fue la brutal golpiza a un militante de la diversidad sexual, que pudo haber terminado con su vida en atención a la gravedad de las lesiones producidas sobre su cabeza.

Sobrevuela en el aire, el sentir de los integrantes de dichos grupos violentos que el clima político reinante los favorece. Por ello, antes de ahora, hemos denunciado un envalentonamiento de los agresores, que ellos mismos manifiestan abiertamente en las redes sociales, a partir de la asunción de las nuevas autoridades.

Las organizaciones sociales de la ciudad, reunidas en la Asamblea por una Sociedad sin Fascismo, vienen reclamando al Sr. Intendente Municipal los reciba ante los hechos narrados, hoy ante la falta de respuestas y en el marco de las reiteradas negativas a recibirlos, nuevamente uno de los primeros denunciantes de estos hechos, militante de la diversidad sexual, es salvajemente agredido, con destrozos de todo el frente del establecimiento que explota, pretendiendo una vez más con estos hechos que el horror y el terror se impongan como reinado.

Está claro que nos encontramos ante crímenes de odio, cuyas víctimas pasan a engrosar tal listado sólo por no encuadrar el modelo social único y excluyente que los perpetradores de la violencia pretenden imponer.

Las similitudes con grupos de choque y parapoliciales que fomentaron el exterminio del otro en la historia de nuestro país pueden ser muchas, una de ellas, que da cuenta del carácter macabro de la situación, tiene que ver con las nominaciones de sus acciones.

Es recordado el nombre impuesto por los torturadores y asesinos del Centro Clandestino de Detención “La Cueva”, a los sucesos que derivaron en la desaparición y secuestro de los abogados de Mar del Plata impuesta como “La noche de las corbatas”. Hoy la investigación judicial ronda sobre la metodología utilizada mediante las salidas nocturnas, en vehículos particulares, en busca de sus víctimas. Los agresores lo dijeron ellos mismos a través de sus redes sociales, con fotos incluidas, “Hoy, salimos de cacería”

Pese a la reiteración de los hechos, a las decenas de denuncias realizadas y el pedido de audiencias al Sr. Intendente, Mar del Plata no ha logrado aún construir su punto de inflexión en donde los violentos, racistas y sembradores del odio, comiencen a retroceder y queden impedidos de continuar con sus crímenes.

Abogado. Ex director de Derechos Humanos de Mar del Plata.

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